Vinculadas a la actividad de Petronor hay 3 cabinas que
controlan la calidad del aire, tal y como establece la AAI (Autorización
Ambiental Integrada):
·
La cabina situada en la estación del tren de
cercanías en Muskiz, gestionada por el Departamento de Medio Ambiente y que a
día de hoy sigue sin realizar todos los controles establecidos en dicha
Autorización ya que no mide ni CO
(Monóxido de Carbono) ni PM2,5 (partículas de 2,5 micras).
·
La cabina situada en San Julián, gestionada por
la refinería. Sólo personal de la refinería o contratado por la misma tiene
acceso al interior de la cabina.
·
La cabina de Abanto, situada junto al
Ayuntamiento de Gallarta, gestionada por el Departamento de Medio ambiente.
Las tres cabinas están conectadas a la RED DE VIGILANCIA DE
LA CALIDAD DEL AIRE DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA VASCA.
Es difícil que tres
cabinas, situadas en puntos geográficos diferentes distanciados varios KM,
gestionadas por diferentes agentes y que aunque coinciden en el control de
algunos contaminantes difieren en otros,
cada una de ellas con sus propios medidores de contaminantes, conectadas a la red eléctrica de cada uno de
esos puntos, puedan fallar en el control
de todos, absolutamente todos los
contaminantes dentro de una misma franja horaria. A ello hay que añadir que las
cabinas además de medir contaminantes miden diferentes parámetros
meteorológicos que también fallaron a la vez en las tres cabinas.
Eso es exactamente lo que ha sucedido el día 23 de marzo:
Las tres cabinas presentan datos en blanco de las 3 a las 5 de la madrugada
(ambas inclusive).
La cabina de San Julián, además refleja picos de tolueno a
las 10 y 12h; picos de xileno a las 12h.
Para que nos quedemos tranquilos, no hay más que ver el
rigor de estos controles observando los datos, por ejemplo, de la cabina de
Muskiz:
La primera fila de la tabla de datos indica la dirección desde
la que sopla el viento y la última la velocidad. Como puede verse, los datos
varían constantemente pero hay contaminantes que mantienen los mismos valores
prácticamente todo el tiempo, como si estuvieran los medidores “atascados”. Hay
momentos en que el viento sopla a 0,34 m/seg y otros a 2,02 m/seg lo que supone
casi siete veces la velocidad del primer caso y, pese a ello, contaminantes
como el SH2 (ácido sulfhídrico) marcan 4 prácticamente todo el día.
A todo ello hay que añadir que, de repente, los
Ayuntamientos de Abanto y Muskiz han dejado de publicar en sus páginas web los
faxes correspondientes a las comunicaciones que Petronor mandaba a ambos
Ayuntamientos anunciando las maniobras que iba a realizar
¡Qué casualidad, que fallen todas las cabinas a la vez y que
los dos ayuntamientos tomen la decisión de dejar de publicar los faxes a la
vez, cuando llevaban años haciéndolo!
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