Cuando un vecino o vecina hace una obra tiene que solicitar
la correspondiente “licencia de obras” al ayuntamiento, presentar el
presupuesto, pagar los impuestos correspondientes y luego iniciar las obras.
Petronor no es un vecino, es una gran empresa que decide
cuando, como y cuantos impuestos tiene que pagar, la licencia de obras de La Planta de Coke (URF) y de
cogeneración ilustra su proceder:
Pagó 8.359.160 euros
por el URF y 819.179,05 por la cogeneración. El Ayuntamiento estimó otros
impuestos más elevados y la empresa recurrió judicialmente. La sentencia les
obliga a incrementar los impuestos en 4.773.155,3 por el URF y 353.375,05 por la cogeneración . La empresa ha recurrido
nuevamente.
Mientras tanto las obras están hechas y en pleno
funcionamiento. El Ayuntamiento de Muskiz ha tenido que costear los gastos
judiciales que probablemente serán
elevados dadas las cuantías que están en juego.
En total, de diversas licencias de obras, Petronor debe al
ayuntamiento la friolera de 5.889.371,29 euros. Para cobrarlos será necesario
invertir miles de euros de nuestros propios impuestos en recursos legales.
Mientras tanto sigue contaminándonos, no crea empleo local y
nos escamotea los millones que tan necesarios son en estos tiempos de crisis y
con más de 700 parados.
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