El CORREO

Petronor completará en septiembre el desalojo del almacén ilegal

Los terrenos que Petronor ha utilizado como almacén sin licencia durante los últimos años quedarán libres el próximo mes de septiembre. Así lo anunció ayer el alcalde de Muskiz, Gonzalo Riancho, quien explicó que la empresa presentó su cronograma de desalojo el pasado jueves. Una semana antes, el Ayuntamiento le había marcado un plazo de cinco días para iniciar el traslado de materiales bajo la amenaza de clausura. «Llega un momento en el que no se pueden dar más prórrogas porque el tiempo se acaba», advirtió el regidor.
En el desalojo del solar, de unos 35.000 metros cuadrados adyacentes al polideportivo, se utilizarán dos grúas de cincuenta toneladas, dos trailers y, para el traslado de los mayores equipos, camiones góndolas y otras grúas de gran tonelaje. «Primero se sacarán las piezas más grandes y para finales de septiembre deberá estar vacío», explicó el alcalde. Los materiales se trasladarán al interior de la refinería. La Policía local vigilará la zona para comprobar que la mudanza se lleva a cabo.
La pasada semana Petronor ya anunció que acataría la decisión municipal, pero manteniendo la titularidad de los terrenos pese a que sólo permiten el uso de espacios generales como parque. Lo hacía después de que el Consistorio y la empresa suscribieran un convenio por el cual la compañía podría utilizar de forma temporal los terrenos a cambio de una posterior cesión al Ayuntamiento. Para que el acuerdo fuera efectivo eran necesarios dos permisos, uno de la Agencia Vasca del Agua (URA) y otro del Departamento foral de Obras. Hasta la fecha sólo se ha otorgado el segundo. «Durante estos tres años la intención del Ayuntamiento con Petronor ha sido la de ser vecinos colaboradores, pero evidentemente no podemos hacer dejación de nuestras funciones. Hemos actuado de acuerdo a la legalidad», zanjó Riancho.
El alcalde, pese a todo, no se despide de los terrenos y apunta a posibles acuerdos con la refinería siempre que se disponga de los permisos y no se utilicen los terrenos para almacenar piezas de la planta de coque, algo que prohíbe expresamente la autorización ambiental