El próximo lunes, Petronor procederá al traslado desde el puerto de las unidades de coquización retardada ( hornos de coque), dos piezas de 485 toneladas cada una y 43 mts de altura.
Somos testigos diarios de ruidos, antorchas humeantes, humos que provocan situaciones de alarma, que ningún organismo oficial recoge ni contesta.
A lo largo de estos últimos dos años hemos descubierto y demostrado la ilegalidad fragante sobre la que sustenta la actividad de la refinería.
A día de hoy, la Autorización Ambiental Integrada (AAI) de las instalaciones actuales sigue siendo provisional por que no se han cumplido las condiciones impuestas por el Departamento de Calidad Ambiental del Gobierno Vasco. Si esta autorización no es firme, menos aún las demás que están condicionadas al cumplimiento de la primera, así mismo, las licencias de obras carecen del preceptivo informe del Departamento de Costas.
Tenemos cinco juicios interpuestos, pero la justicia es lenta y las obras avanzan rápidas, este traslado de piezas tan voluminosas nos confirma que la empresa tenía el material encargado antes de la concesión de los permisos. Es la prepotencia con la que funcionan estas empresas. ¿Que sucedería si terminaran la construcción y ganáramos los juicios? ¿Llegaría a iniciar su actividad en el 2012, cuando termina la concesión de los terrenos que ocupa en dominio público marítimo terrestre?.
En este conflicto se han encontrado con la sorpresa de un movimiento vecinal dispuesto a seguir hasta el final.
Para demostrar nuestra oposición de una manera plástica, hemos convocado una comitiva fúnebre para acompañar la pieza ( “cohete”) desde el CEMENTERIO DE SAN JULIAN DE MUSQUES, LUNES 5 DE OCTUBRE A LAS 7 DE LA TARDE, recordando que vivimos en una zona en la que se registra un exceso de mortalidad por cáncer y enfermedades respiratorias.
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